martes, 12 de enero de 2010

La Clase

"La Clase" es una película que muestra la complicada tarea del docente comprometido con su función educadora con un grupo de alumnos hetereogeneo, desmotivado y perteneciente a una microsociedad poco colaborativa con su labor.
Por una parte se muestran las diferentes versiones del adolescente dificil, cuya psicología resulta extraordinariamente útil conocer para poder anticipar las respuestas y soluciones adecuadas a los múltiples conflictos que se dan en el aula. Quizá es éste un punto débil para este enérgico profesor de Lengua, pues sus buenas ideas y constancia no se ven suficientemente respaldadas por conocimientos o habilidades de psicología educativa, mostrándose frecuentemente vulnerable frente a sus alumnos. Interrumpir constantemente la clase por comentarios y provocaciones diversos y no relacionados con la materia no parece muy positivo, e impide que el adolescente entienda que cada cosa tiene su momento y lugar. Otro error importante de fondo que se aprecia en la forma en que Fraçois afronta su tarea es, por un lado la necesidad de justificar sus acciones cotidianas en el aula ante la protesta infundada de los alumnos (cuando se niegan a leer o responder...), y por otro entrar en la dinámica desafiante de los alumnos para intentar lograr que entiendan lo desapropiado de ésta y la abandonen (en particular en los episodios de insultos). De lo que no se da cuenta es de que una vez que el cae en esa dinámica, ésta ya ha logrado su fin. Es necesario cortar desde el principio toda falta de respeto por parte del educador para adquirir la atoridad moral que le corresponde y que necesita para ejercer tanto la enseñanza de su materia como la transmisión paralela de valores.
También es importante ser consciente de la necesidad de inteligencia emocional por parte del profesor para conservar el equilibrio necesario para su persona y para su tarea, además de para evitar llegar a perder los nervios como le llega a pasar. Sabemos que los adolescentes tienden a ser desafiantes e impulsivos y que no se trata de cuestionar los principios en base a los que actúan, como si se tratara de adultos, puesto que no los hay: su actuación deriva de su propia inseguridad.
Sin embargo hay relevantes aspectos positivos. En primer lugar destaca su motivación y su constancia. Además realiza una interesante labor de aplicación de las “estrategias humanistas” (Toledano Flores, R. A.) mediante una reconducción del curriculum de su materia a las necesidades prioritarias de sus alumnos. Antes que aprender gramática o sintáxis avanzada es necesario académica y personalmente aprender a expresar lo que uno siente, piensa y es. Es esta evidencia la que lleva a François a trabajar el autoretrato, consiguiendo motivar a sus alumnos.